No es exagerar si se
señala que la interconexión es la columna vertebral para la competencia en el
sector telecomunicaciones. En términos sencillos, gracias a la interconexión
los usuarios se pueden comunicar entre sí sin importar a qué empresa le
contraten los servicios, por ejemplo, se puede enviar un mensaje de texto de
Iusacell a Telcel, realizar una llamada de Movistar a Nextel, etc.
Sin interconexión,
los usuarios solamente podrían comunicarse con otros usuarios que hubieran
contratado los servicios a la misma compañía, y ese escenario condenaría a la desaparición
de las empresas más pequeñas. Lo anterior se explica con el llamado “efecto de red” o “externalidad de red”, que palabras más palabras menos, lo que dice
es que entre más usuarios sean parte de una red, más valor percibe el usuario.
El ejemplo de salón
de clases para ilustrar el “efecto de red”
es el fax, ¿Qué pasaría si en todo el mundo solamente un usuario tuviera fax? En
realidad sería un servicio completamente inútil pues no tendría con quien
intercambiar documentos a través de ese dispositivo. Por el contrario, si todos
sus conocidos y contactos también tuvieran fax, el valor que percibiría por ese
servicio sería mucho mayor.
Algo similar
ocurriría con una nueva red sin interconexión, imagine que ingresa una nueva
red al mercado: Nueva Telefonía S.A. de C.V. ¿alguien le contrataría los
servicios si no se va a poder comunicar con los usuarios de otras redes?.
Probablemente usted sería el único usuario y por lo tanto el servicio no le
significaría ningún valor.
Los conceptos
anteriores de ninguna manera son nuevos, en 1882 en México se otorgó la primera
concesión para la prestación del servicio telefónico a la empresa Compañía
Telefónica Mexicana (posteriormente cambiaría su nombre por
el de Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana) y hacia el año de 1905 se
entregó un segundo título de concesión para la prestación del servicio
telefónico a la Empresa de Teléfonos Ericsson S.A.
Como se observa, ya existía
competencia en la prestación del servicio, sin embargo las redes no estaban
interconectadas por lo que los usuarios de una empresa no se podían comunicar
con los de la otra, cuentan los que más memoria tienen, que en sus tarjetas de
presentación los médicos incluían los dos números telefónicos, uno de cada
empresa proveedora.
A fin de resolver el
problema que representaba para los usuarios tener que contratar el servicio a
las dos compañías, “en junio de 1936, el presidente Cárdenas, a través de la Secretaría
de Comunicaciones y Obras Públicas, comunicó a ambas compañías que deberían enlazar
sus líneas y combinar sus servicios, sustentando su orden en razones de interés
público.” La Segunda Guerra Mundial frenó el desarrollo
tecnológico en el sector, provocando que la solución técnica necesaria para la
interconexión de ambas redes se retrasara hasta el 2 de agosto de 1946, fecha
en que ambas redes finalmente se interconectaron.
Así, resulta
indubitable la importancia de la interconexión para la prestación de servicios
de telecomunicaciones en competencia, y para salvaguardar el interés público, tal
como lo dijo el entonces Presidente Cárdenas y recientemente lo confirmó la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al señalar que no procede la suspensión
en esta materia.
La legislación
secundaria que pronto habrá de emitir el Poder Legislativo, representa una
oportunidad única para modernizar el marco jurídico de la interconexión a fin
de adaptarla a los nuevos esquemas de provisión de servicios convergentes, y
garantizar su mayor eficiencia que al final del día se traduce en condiciones
más favorables para todos los usuarios de las telecomunicaciones en México.
Twitter:
@juarezmojica
Bibliografía:
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