A. Algoritmos en la gestión pública.
Si algo nos enseñó la pandemia, es que la transformación digital es inaplazable y esencial. Como administración pública, no podemos darnos el lujo de mantenernos al margen de incorporar los adelantos tecnológicos a nuestros procesos; de hecho, deberíamos ser un catalizador para fomentarlos y con ello reducir los tiempos de atención a la ciudadanía, generar ahorros, fomentar la toma de decisiones objetivas -con datos- y aumentar la transparencia.
Al respecto, vale la pena reconocer que la Constitución Política de la Ciudad de México es innovadora en la incorporación de ciertos conceptos. Por ejemplo, establece el derecho a la buena administración pública (Art. 7º): “Toda persona tiene derecho a una buena administración pública, de carácter receptivo, eficaz y eficiente, así́ como a recibir los servicios públicos de conformidad con los principios de generalidad, uniformidad, regularidad, continuidad, calidad y uso de las tecnologías de la información y la comunicación”.
Desde la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en septiembre de 2013, tenemos claro que nuestro reto no es solamente contribuir al cierre de las brechas digitales mediante la emisión de regulación y fomento a la competencia, sino también de generar una gestión pública de calidad acorde a las necesidades de la sociedad. ¿Cómo? Mediante el fortalecimiento institucional y de nuestras capacidades operativas a través del uso de la tecnología en la oferta y entrega de servicios públicos.
Así, en el IFT somos pioneros en la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, como un camino para ser una institución pública más eficiente. En línea con lo que el Banco Mundial refiere como GovTech, la adopción de este tipo de herramientas simplifica, agiliza y hace accesibles los servicios que como institución pública ofrecemos y entregamos, tanto a los usuarios como a los agentes regulados. Ya sea en web o móvil, los servicios de gobierno electrónico han reducido tiempos, costos y cargas burocráticas, transformando la manera en que ejercemos la gestión pública desde el Instituto.
Aunque desde enero de 2020 habían arrancado los primeros trámites de ventanilla electrónica en el IFT, la pandemia hizo necesario adoptar enfoques que nos permitieran acelerar las alternativas para presentar trámites a través de medios electrónicos. Posteriormente, a partir de marzo de 2023, se habilitaron alternativas de presentación remota para 145 trámites adicionales a través del módulo “Más Trámites y Servicios”, lo cual nos permite que actualmente se puedan presentar vía electrónica 164 trámites, que representan más del 90% de los trámites que anualmente se realizan ante el Instituto.
Los trámites electrónicos no son por supuesto los únicos proyectos que se han impulsado en el marco de la transformación digital institucional. Hemos buscado utilizar todas las herramientas disponibles para mejorar y hacer más eficiente la atención a los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, como los es el uso de algoritmos que faciliten el cumplimiento de obligaciones a los concesionarios y autorizados.
Una problemática observada con cierta frecuencia ha sido la presentación del trámite de prórrogas de concesiones de manera extemporánea a los tiempos que marca la Ley. Presentar las solicitudes fuera de plazo ha sido motivo, al incumplir con un requisito de procedencia, de no otorgar las prórrogas de las concesiones solicitadas.
A fin de contribuir al desarrollo eficiente del sector y reducir las negativas de prórroga a causa de solicitudes extemporáneas, en semanas recientes hemos puesto en marcha desde un sistema de información que, mediante un algoritmo, revisa automáticamente el periodo de vigencia de las concesiones y las autorizaciones de radiodifusión y telecomunicaciones. Cuando alguna de ellas se ubica en el supuesto de inicio del periodo para presentar la solicitud de prórroga, se avisa al concesionario o autorizado, a través de un correo electrónico generado de manera automática.
Aunque se inició con este sistema de mensajes para un caso particular relacionado a los tiempos para solicitar prórrogas, no quiere decir que eventualmente no se pueda extender para facilitar el cumplimiento de otro tipo de obligaciones o incluso para la atención de trámites a través de comunicaciones del tipo máquina a máquina (M2M) en las que su desahogo pueda incluso realizarse sin la intervención humana.
Sin duda el camino hacia la eficiencia administrativa requerirá de la revisión y, en su caso, ajustar el marco normativo, de tal manera que el empleo intensivo de algoritmos se traduzca en un gobierno más eficiente, menos costoso y sobre todo, en una buena administración pública en beneficio de toda la sociedad. Aunque aún falta un largo camino por recorrer, en el IFT hemos empezado a avanzar con pasos firmes en esa dirección.
Twitter: @juarezmojica
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